Almazán celebra durante los dos próximos fines de semana su Concurso de Pinchos Medievales

Organizado por el Ayuntamiento, en colaboración con la Red de Ciudades y Villas Medievales. El establecimiento ganador del concurso local representará a Almazán y competirá con las demás localidades de la Red en el Concurso Internacional a celebrar en Estella (Navarra), el fin de semana del 18 al 20 de octubre de 2019.

Almazán. 01 de marzo de 2019. Durante los dos próximos fines de semana (los días 2-3 y 9-10 de marzo), la villa adnamantina celebra su XVI Concurso de Pinchos y Tapas Medievales en el que participan doce bares y restaurantes de la localidad. En horario de 12 a 16 horas, y con un precio de 2,50 euros el pincho, más la caña de cerveza o vino, el público asistente podrá realizar una deliciosa ruta gastronómica por los establecimientos participantes, a la vez que conocen los tesoros históricos y monumentales de la villa. El concurso lo organiza el Ayuntamiento de Almazán, con la colaboración de la Red de Ciudades y Villas Medievales.

La presentación de las tapas tuvo lugar el pasado lunes 25 de febrero en el Centro Cultural Tirso de Molina. En el concurso, los cocineros despliegan sus artes culinarias con elaboraciones plenas de originalidad. Pequeños bocados de autor, más atrevidos e innovadores, con delicadas presentaciones que sorprenden al comensal. Los establecimientos que presentan pinchos a concurso son los bares El Puerto, La Arboleda, La Estación de Renfe y La Calle; los hostales El Arco, Puerta de La Villa, El Rincón del Nazareno y Tirso de Molina; los hoteles Antonio y Villa de Almazán, y los restaurante Mateo’s y Sabores.

Todos los pinchos representan una exaltación de la cocina en miniatura, a partir de la utilización de ingredientes “medievales”. De este modo, los cocineros sólo pueden elaborar sus recetas con productos que ya existían en la península antes del descubrimiento de América. Con esta premisa que estimula su talento creativo, los chefs han preparado doce joyas culinarias, pertenecientes a otros tantos establecimientos de la villa adnamantina. 

La selección de pinchos es muy variada, con múltiples propuestas para satisfacer todos los gustos y apetitos. El sorprendente viaje ofrece al público un festival de productos y originales creaciones por la gastronomía medieval: 'El Almuerzo del Doncel': Tosta de costilla asada y ensalada de escabechados;  'Si quieres ser feliz come codorniz': Codorniz con base de queso fundido, crema de zanahoria y manzana decorada con frutos del bosque; 'Falso filete ruso de manitas de cerdo asadas con boletus sobre una base de manzana y regado con crema de boletus'; 'Miniempanada de bacalao y Amanita caesarea sobre crema'; “El Almuerzo del Juglar”: crema de morcilla con churros de manzana; 'Burrito relleno de morcilla': burrito relleno de morcilla y manzana caramelizada y salsa de zanahoria; 'Mejillón relleno de falso risotto de calamar en su tinta'; 'Huevo de carnaval': Cremoso de huevo relleno de manitas y panceta confitada, rebozado con corteza de cerdo y base de natillas; 'Tronquito relleno de merluza': Calabacín relleno de merluza;  'Pastel de bacalao con alcachofas fritas sobre salsa marinera y ajos frescos con aros de pan de amapola';  'Aires de Primavera': Tosta de pluma ibérica con revuelto de boletus;  y 'Sorpresa de Tierra y Mar': Copa de tres capas de sorpresa de pescado sobre base de humus de garbanzos.

Estos dos próximos fines de semana, el viajero ávido de experiencias que reconfortan tanto el espíritu como el estómago, no pueden dejar de visitar Almazán y conocer la monumentalidad arquitectónica de su casco antiguo, después de reponer fuerzas en los establecimientos participantes de esta verdadera “joyería” gastronómica que representa la celebración de su concurso anual.

Un paseo por Almazán
Almazán es una villa, situada en el centro de Castilla, en un paraje de colinas con numerosos restos históricos que recuerdan el importante papel que jugó la villa en la época medieval. Fue ciudad de avanzadilla, frontera entre el mundo árabe y cristiano, y después punto de litigio entre los reinos de Aragón y Castilla. De la mano de los Reyes Católicos, Almazán alcanzó un protagonismo que conservaría hasta bien entrado el siglo XIX.

Su azarosa historia impregnó sus huellas en las casonas, las iglesias y los palacios de su casco antiguo que asciende por la colina hasta el Cerro del Cinto. Esta riqueza monumental es uno de sus principales atractivos turísticos. Su recinto amurallado constituye uno de los principales conjuntos civiles del patrimonio adnamantino. Es inherente a la historia de la villa, la traducción del topónimo árabe “al-ma-zan” significa el fortificado, en alusión al primitivo cerco musulmán. Se conservan las puertas de la Villa, del Mercado y de Herreros.
Rodeada por extraordinarias construcciones, la Plaza Mayor de Almazán se vislumbra como “plaza castellana” por excelencia. En lo alto de una atalaya y al borde del río Duero, comparte protagonismo con la Muralla del siglo XII, la Iglesia de San Miguel, declarada por su originalidad artística, Monumento Nacional en 1931 y el Palacio de los Hurtado de Mendoza.

La Ermita de Jesús honra al patrón de Almazán, Jesús Nazareno, la figura más venerada de la villa. El primer domingo de septiembre se celebra su solemne procesión, la "Bajada de Jesús", declarada de Interés Turístico Regional. Otros monumentos religiosos destacados son las Iglesias de la Virgen de Campanario, San Pedro y Santa María de Catalañazor, el convento de Santa Clara, antiguo hospedaje de clarisas rodeado por un torreón cilíndrico llamado Rollo de las Mojas con bellas vistas sobre el Duero o los restos del convento de la Merced, declarado Monumento Nacional. De su arquitectura civil, merecen atención el centro cultural Tirso de Molina instalado en un Palacio del siglo XVI y XVII, el Parque de la Arboleda y su Museo de Esculturas Contemporáneas y el Parque del Cinto.

Sus dos fiestas más importantes están declaradas de interés turístico regional, la del Zarrón, que cada 17 de mayo evoca un ritual antiguo en honor a San Pascual Bailón y la de la Bajada de Jesús, procesión que se celebra el primer domingo de septiembre, día grande de las fiestas patronales de Almazán, a la que acude en masa prácticamente toda la población de la villa.
 

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